Nuestra muestra gastronómica peligra debido a la poca sostenibilidad de nuestra materia prima. Cada año aumenta el número de participantes, que obtienen el producto pero no lo restablecen. A esto se le une los efectos del cambio climático, por todo ello, puede suceder que desaparezcan los insectos y animales, principal material para la muestra gastronómica. Es necesario un plan de desarrollo rural que fomente la creación de empresas de cría y conservación del medio ambiente. Aquí tienen la noticia del Sol de Hidalgo del 17 de noviembre: "El presidente municipal Cliserio Ramírez alertó que la muestra gastronómica anual está en peligro de extinguirse, pues no hay hasta el momento un control sobre la explotación de la flora y fauna del municipio y sitios aledaños.
"El año entrante realizaremos la 30 edición y si comparamos nuestro entorno de 1980 con el del 2010, hay significativos contrastes. Antes llovía y podíamos observar a los chinicuiles, tomarlos con la mano; hoy no es lo mismo, ya escasean".
Eso lo comparó durante un curso realizado en el Salón del Comisariado Ejidal, impartido por personal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Dirección de Ganadería municipal, a quienes, año tras año, participan en la Muestra Gastronómica y venden platillos afuera de la sede del concurso.
Los 50 asistentes fueron capacitados para crear sus propias unidades de reproducción de flora y fauna, como un primer paso para evitar la extinción de las especies en el municipio.
Conforme avancen, los vecinos podrían convertirse en vendedores legalmente autorizados para comercializarlos y así, por un lado mantener un control de consumo y por el otro garantizar un equilibrio ecológico, dijeron los expositores.
Previamente, informó Cliserio Ramírez se analizó los datos de impacto que tiene realizar año con año la Muestra Gastronómica y sí existe una devastación, por quienes, alrededor de mil concursantes, se dan cita en abril, a dicha actividad.
"Hay un impacto negativo y debemos aprender a respetar a la naturaleza, dimensionar el problema nos llevó a la conclusión de que la Semarnat y Profepa necesitaban intervenir con asesoría, pues no podemos dejar de organizar nuestro certamen.
"Sería imposible para los vecinos, aunque sean dos días, representan ingresos económicos y la proyección del municipio a nivel local, nacional e internacional. Hace 4 ediciones anteriores ya dura dos días, con la finalidad de generar mayor derrama, pero también es tiempo de reconocer los efectos impositivos en el aspecto ecológico".
El alcalde estimó que hay tiempo de revertir los efectos adversos en la flora y fauna del municipio.
Propone aplicar un control entre quienes explotan o les representa un negocio, la preparación de platillos típicos o la venta de especies animales o vegetales.
Pensemos que en 10 años, reflexionó, ya no habrá concurso, no por indiferencia de los gobiernos, si no porque los ingredientes para los concursantes se habrán extinguido.
"Necesitamos aprende a convivir con la naturaleza, aún es posible, antes que cerrarnos una fuente de ingresos", reiteró.
Eso no es todo, el alcalde ya planteó en instancias estatales y federales que la Muestra Gastronómica no sea una carga para el municipio y sus organizadores. De ello informará en cuanto haya una respuesta oficial al proyecto."
"El año entrante realizaremos la 30 edición y si comparamos nuestro entorno de 1980 con el del 2010, hay significativos contrastes. Antes llovía y podíamos observar a los chinicuiles, tomarlos con la mano; hoy no es lo mismo, ya escasean".
Eso lo comparó durante un curso realizado en el Salón del Comisariado Ejidal, impartido por personal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Dirección de Ganadería municipal, a quienes, año tras año, participan en la Muestra Gastronómica y venden platillos afuera de la sede del concurso.
Los 50 asistentes fueron capacitados para crear sus propias unidades de reproducción de flora y fauna, como un primer paso para evitar la extinción de las especies en el municipio.
Conforme avancen, los vecinos podrían convertirse en vendedores legalmente autorizados para comercializarlos y así, por un lado mantener un control de consumo y por el otro garantizar un equilibrio ecológico, dijeron los expositores.
Previamente, informó Cliserio Ramírez se analizó los datos de impacto que tiene realizar año con año la Muestra Gastronómica y sí existe una devastación, por quienes, alrededor de mil concursantes, se dan cita en abril, a dicha actividad.
"Hay un impacto negativo y debemos aprender a respetar a la naturaleza, dimensionar el problema nos llevó a la conclusión de que la Semarnat y Profepa necesitaban intervenir con asesoría, pues no podemos dejar de organizar nuestro certamen.
"Sería imposible para los vecinos, aunque sean dos días, representan ingresos económicos y la proyección del municipio a nivel local, nacional e internacional. Hace 4 ediciones anteriores ya dura dos días, con la finalidad de generar mayor derrama, pero también es tiempo de reconocer los efectos impositivos en el aspecto ecológico".
El alcalde estimó que hay tiempo de revertir los efectos adversos en la flora y fauna del municipio.
Propone aplicar un control entre quienes explotan o les representa un negocio, la preparación de platillos típicos o la venta de especies animales o vegetales.
Pensemos que en 10 años, reflexionó, ya no habrá concurso, no por indiferencia de los gobiernos, si no porque los ingredientes para los concursantes se habrán extinguido.
"Necesitamos aprende a convivir con la naturaleza, aún es posible, antes que cerrarnos una fuente de ingresos", reiteró.
Eso no es todo, el alcalde ya planteó en instancias estatales y federales que la Muestra Gastronómica no sea una carga para el municipio y sus organizadores. De ello informará en cuanto haya una respuesta oficial al proyecto."
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