jueves, 6 de mayo de 2010

POSIBLE CONDENA A NUESTRO EX PRESIDENTE MUNICIPAL

Aquí tienen la noticia del 6 de mayo de 2010 del Crónica de hoy: "Al comprobarse que incurrieron en el delito de peculado, entre 15 y 20 ex presidentes municipales tendrán que rendir cuentas ante autoridades de la Procuraduría General de Justicia en la entidad, donde se integran sus respectivas averiguaciones previas.

“Son varios, tenemos entre 15 y 20 personas señaladas del delito de peculado y por montos muy distintos”, informó el procurador Alberto Rodríguez Calderón, al advertir que “será el propio avance de la averiguación el que marque el nivel de responsabilidad en que incurrió cada quien”.

Entrevistado durante la toma de protesta a soldados del Servicio Militar Nacional, clase 1991, donde 310 conscriptos y 10 voluntarias juraron fidelidad al lábaro patrio, el funcionario estatal aseveró que en el organismo “existen varias denuncias en contra de ex presidentes municipales, que se están trabajando”.

“Estamos integrando las averiguaciones previas y en el caso de algunos de ellos existe ya plenamente identificada la situación respecto a su responsabilidad”, explicó Rodríguez Calderón.

Por ello, dijo que en próximos días se conocerá sobre posibles demandas penales y órdenes de aprehensión para quienes desde la función pública lesionaron arcas y erarios destinados a obras y servicios.

En cuanto a los 39 detenidos por la agresión que pobladores de Yolotepec, del municipio de Santiago de Anaya, escenificaron contra legisladores y empleados del Congreso estatal, el procurador aseveró que ya cuentan con auto de formal prisión, decretado por el juez penal.

“El proceso ya ha iniciado y va a durar un buen rato, mientras se desahogan las pruebas que se deban desahogar”, añadió.

Los casos que se analizan, explicó, son variados, y las penas que se aplicarán podrían alcanzar entre 15 y 20 años de prisión.

“Los delitos por los cuales se les consignó van desde tentativa de homicidio hasta daño en la propiedad, agravado en razón de haberse cometido en pandilla y, junto con ello, las lesiones y el robo”, detalló.

Cada delito tiene circunstancias y penalidades distintas, por lo que quedará en manos del juez -en su momento- llegar a la sentencia para esas personas (36 adultos y tres menores de edad), pero no debe variar entre unos y otros, de 15 a 20 años, finalizó."

PROBLEMAS ES YOLOTEPEC

Aquí tienen la noticia acaecida el 20 de abril. La noticia es del 4 de mayo de 2010 del Sol de Hidalgo: "El pasado 20 de abril, en la Sala de Sesiones del Congreso del Estado, se suscitó un desagradable hecho cuando un grupo de 500 habitantes de la comunidad Yolotepec, municipio de Santiago de Anaya, irrumpió violentamente, poniendo en riesgo la seguridad de los legisladores y la de todos los ahí presentes.

En realidad, se dijo, se trataba de una controversia entre particulares, es decir, los ejidatarios y el legislador Reyes Vargas Paredes. Afortunadamente, el hecho no pasó a mayores, salvo el susto mayúsculo del congresista, a quien sacaron del recinto y amenazaron con lincharlo.

Aunque favorablemente estos sucesos no son comunes, un caso similar sucedió, el 13 de marzo de 1913, en el Congreso local, ubicado en el Teatro Bartolomé de Medina, a unos metros de la Plaza de la Independencia.

El hecho derivó, decía el periódico El Independiente, como consecuencia de que el pueblo no estaba de acuerdo con que el Congreso declarara electo a Ramón M. Rosales como gobernador constitucional, habiendo competido con el doctor Agustín Navarro Cardona, el licenciado Emilio Barranco Pardo y el doctor Jesús del Rosal, entre otros. Incluso decían que se levantarían en armas si fuera necesario para evitarlo.

Y es que Rosales ya había gobernado interinamente, y en ese periodo había dado una concesión para construir la presa de Huichapan a su amigo el ingeniero José Mondragón, hermano del general Enrique Mondragón, personaje muy cercano al Presidente de la República, Victoriano Huerta. Esto hacía parecer que sería el favorecido para gobernar el estado y un grupo de legisladores fue a visitar a Huerta. Éste había manifestado que respetaría la decisión del pueblo de evitar que Rosales fuera gobernador.

Pero no fue cierto y en Pachuca se empezó a correr la especie. Cuando la Cámara local, a cuyo frente estaba Ignacio Urquijo, líder rosalista, se preparaba para hacer la declaratoria de gobernador a favor de Rosales, "los hijos del pueblo de Pachuca" tomaron la decisión de impedirlo y hasta llegó a hablarse de un linchamiento a los diputados. Éstos, al enterarse, cancelaron la sesión para más tarde.

Al día siguiente, un grupo de más de cien hombres aparecieron en los alrededores del Teatro Bartolomé de Medina; sin gritar ni hacer escándalo, y en medio del mayor orden, se apoderaron del edificio. Los diputados ordenaron que todas las puertas fueran cerradas por el interior. Así se hizo, colocando gente, pistola en mano, que cuidara de ellas.

Otro grupo se dirigió a la oficina y tomaron los expedientes electorales, así como el proyecto del dictamen de los diputados, y los pusieron en un patio, procurando aislar el edificio para evitar que se incendiara. Arrojaron petróleo sobre los papeles y los hicieron arder. Los expedientes quedaron convertidos en cenizas en breves momentos.

El gobernador interino de Hidalgo, licenciado Miguel Lara, al tener conocimiento de lo sucedido, ordenó la salida de algunas fuerzas. En este momento hubo pánico en la cuidad de Pachuca, por el lujo de la fuerza desplegada. Cuando los incendiarios recibieron aviso de que se aproximaban las tropas, desocuparon el edificio y se retiraron tranquilamente. Las fuerzas aprehendieron a los señores Ezequiel Téllez, Manuel Cravioto y Pablo Aguilar, poniéndolos a disposición de las autoridades.

Profundamente disgustado por el atentado que consumaron en la Legislatura del Estado de Hidalgo, el general Victoriano Huerta se propuso obrar con energía a fin de castigar a los responsables "asaltantes del Teatro Bartolomé de Medina".

Cuando los pachuqueños se dieron cuenta de lo que había sucedido, volvieron a su vida normal, y al día siguiente, en la tarde, el paseo alrededor del Reloj se vio muy concurrido y la banda del estado dio una selecta audición, sin que nadie se acordara de lo ocurrido en el Congreso, sino para hacer chuscos comentarios.

Después, el 1 de abril, el C. Ramón M. Rosales tomó posesión como el 12 gobernador electo del Estado de Hidalgo.

Alguien dijo por ahí que nunca se había dado un caso de violencia en el Congreso local, y sí lo hubo, sólo que hace 97 años."