miércoles, 28 de enero de 2009

BREVE HISTORIA DEL ESTADO DE HIDALGO

El miércoles 27 de enero de 1869, poco después de las 4 de la tarde, cuenta el periodista de la efímera revista "El Estandarte Pachuqueño", arribaba a la Plaza de las Diligencias, hoy de la Independencia, un carruaje tirado por cuatro caballos negros y escoltado por 11 soldados, en el que viajaba nada menos que el coronel y licenciado Juan Crisóstomo Doria, quien había sido designado por el presidente Juárez, 6 días antes, como gobernador provisional del recién creado Estado de Hidalgo.Del carruaje descendieron el coronel Doria y los señores licenciado Cipriano Robert, ingeniero Gabriel Mancera y don Luis Revilla, comisionados por el Ayuntamiento de Pachuca para acompañar al funcionario desde la Ciudad de México. El anónimo reportero de El Estandarte señala que "el inusual frío de ese día no impidió que un nutrido grupo de pachuqueños se presentara en la plaza para conocer a quien habría de regir los destinos de la nueva entidad".Fueron los señores Rodrigo Ramírez y el profesor Amado Peredo, alcaldes primero y segundo de Pachuca, así como los regidores Francisco Esponda, ingeniero Ramón Almaraz, el rico comerciante Francisco Cacho y don José Lagarde, entre otros, los encargados de dar la bienvenida al coronel Doria, quien agradeció a los asistentes su adhesión y, en unión de los altos funcionarios municipales, se dirigió a la casa que la familia Rosete prestó para alojar al funcionario, ubicada en la para entonces recién nombrada calle Allende, otrora calle Real.Este hecho resulta relevante, no sólo por el arribo del primer gobernador del Estado, sino por convalidar la designación de Pachuca como capital de la nueva entidad, pues no existe hasta la fecha ningún documento oficial que avale tal nominación. La discusión sobre el sitio en el que debería ubicarse la cabecera de gobierno de la nueva entidad se suscita desde mediados de 1868 hasta principios de 1869. En efecto, un voluminoso expediente formado en el Congreso de la Unión durante las discusiones para erigir al nuevo Estado y remitido en junio de 1869 al Congreso local, acredita las peticiones de una treintena de ayuntamientos, pronunciándose a favor de las poblaciones de Tula, Actopan, Tulancingo y Pachuca.De los documentos que obran en el referido expediente, se deduce que Tula fue excluida desde los primeros días, en razón de su ubicación, en uno de los extremos del nuevo Estado. Al respecto, recuérdese que fue la lejana ubicación de Toluca con diversos sitios de la nueva entidad, uno de los argumentos para crear al Estado. Por lo que hace a Tulancingo, esta importante población fue desechada en razón de que, desde 1864, se había convertido en sede de la Diócesis de su nombre. Por lo que se refiere a Actopan, la razón esgrimida fue en el sentido de que ese lugar no contaba con la infraestructura necesaria, pues como señalaron los vecinos de Tizayuca en su petición al Congreso de la Unión: "Desde el momento en que el Estado de México se dividió en tres distritos, se demostró que Actopan carece de los elementos necesarios para ello, pues el C. Gobernador no pudo permanecer más que tres días y se vino a la ciudad de Pachuca, donde permaneció el gobierno todo el tiempo que duró la división". Pero también existían argumentos para rechazar a Pachuca, el más aludido en los documentos era el de la hegemonía que ejercían las empresas mineras en el ámbito político, lo que podía derivar en "una insana obediencia de las autoridades a los intereses económicos".No obstante la enconada y recurrente discusión, el Congreso de la Unión, en el decreto creador de la entidad, omitió señalar en cuál de los once distritos o en particular en que población se ubicaría la capital hidalguense, debido a lo cual la responsabilidad fue transmitida al primer Congreso Constitucional y Constituyente de la nueva entidad, pero también éste omitió hacer declaratoria alguna en la primera Constitución del Estado, ni en particular ninguno.De modo que cuando la tarde del miércoles 27 de enero de 1869 hacía su arribo a la Plaza de la Constitución el coronel y licenciado Juan C. Doria, se sellaba de manera tácita la designación de Pachuca como capital del Estado de Hidalgo. ¿Quién le dijo a Doria que se presentara en Pachuca?, ¿el presidente Juárez?, ¿el secretario del Despacho don José María Iglesias?, ¿alguno de los diputados que promovieron la elevación de este territorio a la categoría de entidad federativa? Nada se sabe, ni existe documento alguno al respecto; sin embargo, tampoco nadie protestó por el hecho de que Doria no sólo arribara a Pachuca, sino de que al día siguiente arrendara los altos de la botica "El Refugio", ubicada en la Plaza de las Diligencias, para establecer allí sus oficinas.Finalmente, el primer documento público y oficial, emitido por el gobernador Doria, expedido 24 de marzo de 1869, relativo a la convocatoria para celebrar las elecciones de Gobernador y Diputados, se firma al calce, en la ciudad de Pachuca, que sin ser aún designada capital del Estado, se deduce era la sede del Poder Ejecutivo provisional y de ello hubo aceptación tácita.En este contexto y no obstante que la Constitución de 1920 deja entrever que la capital del Estado es la ciudad de Pachuca, no existe aún documento que avale o convalide a la "Bella Airosa" como la capital del Estado de Hidalgo desde hace 140 años. ¡Que le parece!

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