jueves, 6 de mayo de 2010

PROBLEMAS ES YOLOTEPEC

Aquí tienen la noticia acaecida el 20 de abril. La noticia es del 4 de mayo de 2010 del Sol de Hidalgo: "El pasado 20 de abril, en la Sala de Sesiones del Congreso del Estado, se suscitó un desagradable hecho cuando un grupo de 500 habitantes de la comunidad Yolotepec, municipio de Santiago de Anaya, irrumpió violentamente, poniendo en riesgo la seguridad de los legisladores y la de todos los ahí presentes.

En realidad, se dijo, se trataba de una controversia entre particulares, es decir, los ejidatarios y el legislador Reyes Vargas Paredes. Afortunadamente, el hecho no pasó a mayores, salvo el susto mayúsculo del congresista, a quien sacaron del recinto y amenazaron con lincharlo.

Aunque favorablemente estos sucesos no son comunes, un caso similar sucedió, el 13 de marzo de 1913, en el Congreso local, ubicado en el Teatro Bartolomé de Medina, a unos metros de la Plaza de la Independencia.

El hecho derivó, decía el periódico El Independiente, como consecuencia de que el pueblo no estaba de acuerdo con que el Congreso declarara electo a Ramón M. Rosales como gobernador constitucional, habiendo competido con el doctor Agustín Navarro Cardona, el licenciado Emilio Barranco Pardo y el doctor Jesús del Rosal, entre otros. Incluso decían que se levantarían en armas si fuera necesario para evitarlo.

Y es que Rosales ya había gobernado interinamente, y en ese periodo había dado una concesión para construir la presa de Huichapan a su amigo el ingeniero José Mondragón, hermano del general Enrique Mondragón, personaje muy cercano al Presidente de la República, Victoriano Huerta. Esto hacía parecer que sería el favorecido para gobernar el estado y un grupo de legisladores fue a visitar a Huerta. Éste había manifestado que respetaría la decisión del pueblo de evitar que Rosales fuera gobernador.

Pero no fue cierto y en Pachuca se empezó a correr la especie. Cuando la Cámara local, a cuyo frente estaba Ignacio Urquijo, líder rosalista, se preparaba para hacer la declaratoria de gobernador a favor de Rosales, "los hijos del pueblo de Pachuca" tomaron la decisión de impedirlo y hasta llegó a hablarse de un linchamiento a los diputados. Éstos, al enterarse, cancelaron la sesión para más tarde.

Al día siguiente, un grupo de más de cien hombres aparecieron en los alrededores del Teatro Bartolomé de Medina; sin gritar ni hacer escándalo, y en medio del mayor orden, se apoderaron del edificio. Los diputados ordenaron que todas las puertas fueran cerradas por el interior. Así se hizo, colocando gente, pistola en mano, que cuidara de ellas.

Otro grupo se dirigió a la oficina y tomaron los expedientes electorales, así como el proyecto del dictamen de los diputados, y los pusieron en un patio, procurando aislar el edificio para evitar que se incendiara. Arrojaron petróleo sobre los papeles y los hicieron arder. Los expedientes quedaron convertidos en cenizas en breves momentos.

El gobernador interino de Hidalgo, licenciado Miguel Lara, al tener conocimiento de lo sucedido, ordenó la salida de algunas fuerzas. En este momento hubo pánico en la cuidad de Pachuca, por el lujo de la fuerza desplegada. Cuando los incendiarios recibieron aviso de que se aproximaban las tropas, desocuparon el edificio y se retiraron tranquilamente. Las fuerzas aprehendieron a los señores Ezequiel Téllez, Manuel Cravioto y Pablo Aguilar, poniéndolos a disposición de las autoridades.

Profundamente disgustado por el atentado que consumaron en la Legislatura del Estado de Hidalgo, el general Victoriano Huerta se propuso obrar con energía a fin de castigar a los responsables "asaltantes del Teatro Bartolomé de Medina".

Cuando los pachuqueños se dieron cuenta de lo que había sucedido, volvieron a su vida normal, y al día siguiente, en la tarde, el paseo alrededor del Reloj se vio muy concurrido y la banda del estado dio una selecta audición, sin que nadie se acordara de lo ocurrido en el Congreso, sino para hacer chuscos comentarios.

Después, el 1 de abril, el C. Ramón M. Rosales tomó posesión como el 12 gobernador electo del Estado de Hidalgo.

Alguien dijo por ahí que nunca se había dado un caso de violencia en el Congreso local, y sí lo hubo, sólo que hace 97 años."

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