"Repetir hasta la saciedad las mismas frases, los mismos hombres y mujeres en los cargos, ha sido, sin duda nuestro peor error en Hidalgo y en Santiago de Anaya. Los hechos y las circunstancias siempre han rebasado la nimia capacidad de nuestros presidentes y por esa simple razón, seguimos enclaustrados en los peores lugares de bienestar.
Esta desgracia social se multiplica en distintos sectores. Un ejemplo actual es lo que sucede en el PRI con el desarraigo de sus candidatos a diputados federales; y en el ámbito laboral, la imposición en la sección 18 del Sindicato de Trabajadores del ISSSTE, que pretende el actual dirigente Eduardo Tellez Girón Franco, muy al estilo de Fidel Velázquez, donde todo olía a naftalina y a viejo.
En ambos casos, las viejas estructuras obligan a ejercer un voto inducido que nunca alcanza la luz del razonamiento o la honestidad.
Tan sólo la magia priista logró que se inscribieran siete candidatos para siete distritos, en una amañada convocatoria que impide cualquier sorpresa, y que a la postre mostró la fuerza del añejo cacicazgo de Jorge Rojo, quien además de imponer a su hijo como aspirante por Actopan, logró arrebatarle seis candidaturas al gobernante en turno.
De este modo, veremos en las calles pavimentadas de la ciudad capital a la oriunda de un “pueblecito serrano” llamado San Juan Ahuehueco, Carolina Viggiano, quien en su campaña sin duda tratará de explicar a la sociedad las inoperantes modificaciones al sistema penal.
De igual forma, Omar Fayad, podrá explicar en la Huasteca porqué no pudo salvar a los dos linchados en la Plaza Revolución de Huejutla cuando estaba presente como procurador que era; David Penchyna, también sabrá decir a los vecinos de Plan Grande en Agua Blanca, el porqué nunca les llegó el desarrollo social para superar su miserable situación de desalojados.
Vamos, en todos los casos, vemos un total desarraigo de estos candidatos de aguas, que sólo por temporada recorrerán su distrito, con excepción del apego de Héctor Pedraza al Valle del Mezquital. Aunque para sus paisanos eso no signifique confiabilidad alguna.
Mientras que en el ámbito sindical, los trabajadores del ISSSTE, ven como su actual dirigente, ya acomoda todo para que Amaury Zúñiga Ayala, lo suceda en el cargo.
Tellez Girón busca la complicidad de un sucesor para que nadie lo juzgue por su unilateral decisión de crearle a su esposa, mediante un tráfico de influencias, una plaza de excepción, para que gane un salario que difícilmente podría ser comparado con cualquier otro trabajador de la salud.
Junto a ello, se favorece con un crédito hipotecario directo para su esposa, es decir no hay sorteo ni lista de espera; además logra pagar en cuestión de días su propio crédito, en fin, son muchas las dulzuras que da el poder sindical.
Esto busca cubrir para que nadie lo juzgue; y para ello, arrancó una campaña sucia de hostigamiento contra quienes representen un riesgo para la imposición del sobrino de Inocencio Zúñiga Mercado, aquel subsecretario de Educación, alguna vez denunciado por acoso sexual." Milenio 3 de febrero de 2009
Esta desgracia social se multiplica en distintos sectores. Un ejemplo actual es lo que sucede en el PRI con el desarraigo de sus candidatos a diputados federales; y en el ámbito laboral, la imposición en la sección 18 del Sindicato de Trabajadores del ISSSTE, que pretende el actual dirigente Eduardo Tellez Girón Franco, muy al estilo de Fidel Velázquez, donde todo olía a naftalina y a viejo.
En ambos casos, las viejas estructuras obligan a ejercer un voto inducido que nunca alcanza la luz del razonamiento o la honestidad.
Tan sólo la magia priista logró que se inscribieran siete candidatos para siete distritos, en una amañada convocatoria que impide cualquier sorpresa, y que a la postre mostró la fuerza del añejo cacicazgo de Jorge Rojo, quien además de imponer a su hijo como aspirante por Actopan, logró arrebatarle seis candidaturas al gobernante en turno.
De este modo, veremos en las calles pavimentadas de la ciudad capital a la oriunda de un “pueblecito serrano” llamado San Juan Ahuehueco, Carolina Viggiano, quien en su campaña sin duda tratará de explicar a la sociedad las inoperantes modificaciones al sistema penal.
De igual forma, Omar Fayad, podrá explicar en la Huasteca porqué no pudo salvar a los dos linchados en la Plaza Revolución de Huejutla cuando estaba presente como procurador que era; David Penchyna, también sabrá decir a los vecinos de Plan Grande en Agua Blanca, el porqué nunca les llegó el desarrollo social para superar su miserable situación de desalojados.
Vamos, en todos los casos, vemos un total desarraigo de estos candidatos de aguas, que sólo por temporada recorrerán su distrito, con excepción del apego de Héctor Pedraza al Valle del Mezquital. Aunque para sus paisanos eso no signifique confiabilidad alguna.
Mientras que en el ámbito sindical, los trabajadores del ISSSTE, ven como su actual dirigente, ya acomoda todo para que Amaury Zúñiga Ayala, lo suceda en el cargo.
Tellez Girón busca la complicidad de un sucesor para que nadie lo juzgue por su unilateral decisión de crearle a su esposa, mediante un tráfico de influencias, una plaza de excepción, para que gane un salario que difícilmente podría ser comparado con cualquier otro trabajador de la salud.
Junto a ello, se favorece con un crédito hipotecario directo para su esposa, es decir no hay sorteo ni lista de espera; además logra pagar en cuestión de días su propio crédito, en fin, son muchas las dulzuras que da el poder sindical.
Esto busca cubrir para que nadie lo juzgue; y para ello, arrancó una campaña sucia de hostigamiento contra quienes representen un riesgo para la imposición del sobrino de Inocencio Zúñiga Mercado, aquel subsecretario de Educación, alguna vez denunciado por acoso sexual." Milenio 3 de febrero de 2009
Respecto a Santiago de Anaya, el presidente municipal es elegido por un grupo de personas priístas sin que intervenga el pueblo, aunque nos lo intenten vender de otro modo. A nuevo presidente nuevas personas trabajan en la presidencia con palanca del mismo candidato, como pago de su apoyo en lo electoral. Poco se preocupan del pueblo, que sigue pagando la inoperancia del desconocimiento, del descontento, de la explotación por parte de los caciques a lo largo de la historia. Santiago de Anaya es un pueblo resignado a lo mismo cada tres años. Este nuevo presidente, se acercó al pueblo para su voto, se sentó con el pobre, pero ahora, siendo presidente, se olvida del marginado, se repite lo mismo que en el estado de Hidalgo. ¿Cuándo cambiará la historia?
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